Suspiro de un aliento decepcionado

Que nieve, que truene y que desaparezca el mundo, que lo único que quiero es terminar de romperme. Cobardía que muerde la lengua, araña el alma y convierte en cascada los lamentos, frustraciones y tiempo perdido que arrasa con las rocas y las arrastra hasta topar con el corazón. Quedan apiladas y levantan un nuevo muro. El anterior se derrumbó con el amor que no fui capaz de devolver. Me desespero en recuerdos, silencios que ahora me matan. Soy el suspiro de un aliento decepcionado. Quiero controlar un destino que no entiendo, pretendo frenar antes de estrellarme. Es mi miedo el que me frena sin llegar a conocer el obstáculo con el que temía chocar. Las dudas me hacen temblar, y mientras yo estoy evitando escucharme, otra mente no comprende mis temores por más que se esfuerce en ello, se agota al pretender adivinarme, y el esfuerzo es mayor que la recompensa soñada. Así es cómo la soledad regresa con su dolorosa ausencia. Son palabras del ayer los puñales que hoy duelen. Me alejo para no seguir hundiendo la tabla que por falta de normalidad no es capaz de sostener ni un ligero peso, me alejo para que tus amaneceres recuperen el color que vuelva a iluminar unos ojos que mi memoria conservará eternamente.

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